Los hijos gemelos del millonario viudo pasaban hambre y vivían en silencio, hasta que la nueva niñera hizo algo inesperado que cambió sus vidas para siempre.
Los gemelos la miraban con expresión inexpresiva, con los brazos cruzados y la mirada calculadora. Mariana sonrió levemente y preguntó qué les gustaría cenar. Sofía no dijo nada. Emiliano solo reflejaba a su hermana. El peso de la pérdida flotaba a su alrededor, y Mariana se dio cuenta de que rechazar la comida no se…